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Blog: "Mi sueño europeo", en España

 
¡Hola! Soy Fernanda Pizarro, estudiante de 4° año de Bioquímica, actualmente realizando mi intercambio en la Universidad de Extremadura, situada en la localidad de Cáceres, España.
 
Comenzare diciendo que este intercambio ha sido la aventura de mi vida… conocer Europa siempre fue un sueño lejano, pero ahora se ha convertido en una fascinante realidad. Es cierto que inicialmente existieron miedos: tomar un avión sola, dejar atrás a mi familia, la incertidumbre de no conocer a nadie. Sin embargo, agradezco a todos los que me brindaron apoyo y motivación durante este proceso.
 
Ahora, permítanme contarles sobre la ciudad que actualmente llamo hogar y su estilo de vida, el cual despierta mi curiosidad y al mismo tiempo me encanta. Cáceres es una ciudad algo diminuta, donde prácticamente puedes llegar a cualquier lugar en un lapso de 30 a 40 minutos caminando. Comparado con otras ciudades de Europa o de España, el costo de vida es bastante asequible, de hecho, diría que es una de las ciudades más económicas de España. Es un lugar precioso que fusiona el encanto del casco antiguo, donde se encuentran edificaciones y murallas de la época medieval, con la zona más moderna, que alberga centros comerciales, edificios de arquitectura contemporánea, parques, discotecas y una gran diversidad de atracciones.
 
Algunos de las cosas que más me han llamado la atención de mi instancia en Cáceres es la amabilidad de las personas, la cual se puede notar en la micro, en el súper, en la calle… me encanta como sin conocerte la gente te despide con un “adiós guapa” jajaja, Por otro lado, encuentro hermoso observar la vida cotidiana de las personas mayores; es encantador ver a grupos de amigas de edad avanzada disfrutando de una cerveza un viernes por la tarde, paseando por el parque, yendo al teatro o simplemente chismeando en el transporte público. Y, por último, el famoso tiempo de la siesta: a las 2 pm todo se detiene y vuelve a cobrar vida a las 5 pm, ya que es la hora del descanso, dejando abiertos solo los supermercados y algunos lugares para tomar café, porque la gente se retira para "echar la siesta".
 
En resumen, mi experiencia ha sido maravillosa y muy enriquecedora, he hecho buenos amigos, he conocido gente de diversas nacionalidades, y ciertamente, ha sido una oportunidad invaluable para practicar idiomas. Como ocurre en toda aventura hacia lo desconocido, hay momentos buenos y malos, pero indudablemente, los buenos superan con creces a los menos favorables.
 
Les animo a todos aquellos que estén considerando un intercambio a seguir su instinto y llevarlo a cabo. El proceso previo puede resultar agotador, entre recopilar documentos y reunir el dinero necesario, pero la experiencia realmente vale la pena. Es un crecimiento personal y un conocimiento que trasciende límites.