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Blog: "Cumpliendo mis sueños: un viaje de crecimiento emocional", en Alemania

 
“Everything you lose is a step you take
So make the friendship bracelets
Take the moment and taste it
You've got no reason to be afraid
You're on your own, kid” – Taylor Swift
 
Mi nombre es Catalina Orellana Salas, tengo 23 años y soy estudiante de Ingienería Civil Química. Actualmente estoy en mi 6° semestre y estoy de intercambio por asignaturas en el Karlsruher Institüt für Technologie, en Alemania, en el Semestre de Invierno 2023/2024.
 
Irme de intercambio siempre fue un sueño para mí desde que conocí el concepto, es decir que desde que tengo 15 años lo deseé y aquí estoy, 8 años más tarde viviendo y disfrutando lo que tanto esfuerzo, estrés, pena, felicidad y miedo me costó. ¿Vale todo eso? ¡Definitivamente!
 
Cuando menciono lo estresante que se tornó todo este proceso lo digo en serio, el proceso burocrático de querer estudiar en otro país, en otro idioma y en otro continente es tedioso, pero totalmente lograble: la clave está en ser paciente, metódico, ordenado y pedir ayuda si es necesario. En mi caso, todo este proceso comenzó 1 año y medio antes, si no me equivoco, de finalmente tomar el vuelo. Entre elegir la universidad de destino, el semestre en el que asistiría, las clases que me interesaban, todo mientras debía concentrarme en asistir a mis clases con regularidad en la USACH, estudiar y lidiar con situaciones personales, fue un proceso difícil, pero confié en mi decisión y también solicité ayuda psicológica y psiquiátrica para todo esto, lo cual cambió significativamente mi percepción de todo lo que estaba sucediendo. 
 
En cuanto al papeleo, no solamente tuve que hacer trámites con la embajada, la universidad de destino y el registro civil, sino que también con doctores y temas médicos. Yo tengo lupus y además discapacidad física por daño neurológico, entonces entenderán que el irme del país por tanto tiempo agregaba otro factor estresante. ¿Cómo iba a conseguir los remedios para todo este tiempo? ¿Qué pasaría si me enfermo estando lejos de mi familia? Tener una enfermedad crónica y discapacidad también me hizo dudar irme de intercambio, me hizo pensar que no iba a ser capaz de lidiar con los desafíos que se venían, ya que muchas veces me sentí incapaz de lograrlo en Chile también.
 
Pero no perdía nada con intentarlo y si lo lograba podría ayudar a mucha otra gente que tiene los mismos miedos que tuve y alentarlos a atreverse. Creo que en situaciones como esta hay que tener la mente y el corazón abierto a todo lo que se presente, las expectativas de vivir en Europa para mí siempre fueron altas, anhelar algo por tanto tiempo y luego vivirlo rompe la burbuja de la idealización. Ya no puedes soñar con irte a vivir a una isla cuando estás en la isla. Lo que quiero decir es que no siempre todo es solamente bueno y hay que ser transparentes al respecto porque así se puede ayudar a otros. 
 
Mis primeras semanas en la ciudad fueron solitarias, no conocía a nadie y donde vivo cada persona tiene su propio baño y cocina por lo tanto no había espacios en los que encontrarse con otros y compartir. Luego de eso comencé con mis clases de alemán previo al comienzo oficial del semestre. Conocí a gente de Portugal, España, Italia, Francia e India, por mencionar algunas. Pasado el tiempo logré conectar también con otros chilenos, con quienes encontré amor y preocupación. Ellos se han convertido en mi familia aquí y sin su apoyo, cariño y comprensión mi experiencia sería distinta.
 
Creo que hasta el momento lo más difícil que he experimentado ha sido la tristeza de heridas que traje conmigo desde Chile, por eso es importante rodearse de gente que te haga entender que estar triste es normal y compartir esa tristeza y hablar de ella te libera, te sana y te hace ser compasivo contigo y con lo que sientes. Cumplir tus sueños y estar orgulloso de eso no te hace olvidar el sacrificio que realizaste para llegar a dónde estás, pero si te hace valorar mucho más tu esfuerzo y resiliencia. 
 
El consejo radica en que te rodees siempre de gente que te sume donde sea que estés, pero sobre todo cuando estás en un lugar nuevo. Jamás por querer ser parte de algo traiciones tus principios y valores, ten muy claro tus capacidades y limitaciones, no temas a ser honesto con las cosas que te duelen o que no te gustan. Atrévete a hacer cosas nuevas, pero no te pongas jamás en riesgo y por sobre todo vive, vive cada emoción, cada risa y cada llanto serán lo que te llevarás para siempre contigo de esta experiencia maravillosa y, si necesitas ayuda, no dudes en buscarla. ¡Mucha suerte!