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Blog: “Experiencia Universitaria: Sciences Po”

 

Si viajas 15 horas en avión hasta Francia, para luego dirigirte unos 150 km hacia el noreste de Paris, podrás encontrar la histórica ciudad de Reims, lugar de coronación de reyes y hogar de las mejores casas de Champagne. Es en esta ciudad donde comencé mi pequeña, pero gran aventura. Mi nombre es Valentina, soy estudiante de Estudios Internacionales y desde incluso antes de entrar a la universidad sabía que quería hacer un intercambio en el extranjero y así conocer nuevas personas y culturas. Es así como cumplí mi meta, y llegué a la Universidad Sciences Po, específicamente al Campus Reims, en el que durante mi estadía viví muchísimas experiencias, pero una de las cosas que más me marcó fue la misma experiencia universitaria.

Primero que todo, debo destacar al Campus Reims, que me maravilló debido a la armonía arquitectónica que se logra en un contexto moderno en el edificio que albergó un antiguo colegio jesuita, construido entre los años 1619 y 1678, y que entre los alumnos notables que recorrieron sus pasillos se encuentra Jean-Baptiste Colbert, uno de los principales ministros del Rey Luis XIV. Fue en 2010 cuando Sciences Po lo remodeló para convertirlo en su campus más grande, en este espacio conviven una de las últimas bibliotecas barrocas del país, con una moderna biblioteca, llena de luz natural debido a sus ventanales gigantes estructurados en torno a un antiguo árbol que se conserva al centro de esta. Además, en sus patios se encuentra un parrón de uva Verjus del siglo XVII, cepa blanca más antigua del mundo y de la cual se hace champaña que luego se comparte en un festival abierto a la comunidad universitaria.

Por otra parte, una de las cosas que más llamó mi atención fue la gran cantidad de alumnos extranjeros en el campus, ya que la mitad de los estudiantes regulares vienen de afuera de Francia, siendo un lugar sumamente multicultural donde en los pasillos puedes escuchar cualquier idioma, aunque la mayoría de las personas del campus hablan inglés, tanto estudiantes como coordinadores de la universidad (algo muy raro en Francia), lo que hizo un poco más fácil manejarme dentro del campus. Por otro lado, me pareció que este campus tenía un excelente programa de intercambio, en el que puedes realizar los ramos en inglés o francés, por lo que no es una limitante no saber el idioma, también existe la opción de sacar uno de sus cuatro certificados, todos humanistas al igual que el foco de la Universidad, yo elegí el de Relaciones Internacionales y Estrategia, pero también están Periodismo y Comunicaciones, Negocio y Economía, y Relaciones Europeas. Además, los coordinadores desde un inicio te orientan, puesto que te ayudan a encontrar alojamiento, te muestran las distintas opciones de transporte, el cómo conseguir becas del gobierno francés, y están abiertos a responder todas tus preguntas (yo tenía demasiadas).

Otra experiencia que me gustó mucho fue el haber sido delegada del intercambio durante el semestre, cargo en el que los estudiantes me hacían llegar sus inquietudes y dudas, y a las que junto con los coordinadores gestionaba una solución. Además, pude realizar con un grupo de estudiantes del Campus un tour para los intercambistas, donde nos explicaron de la historia del edificio y muchas curiosidades acerca de él. Si bien ser representante fue un poco cansador, también fue muy gratificante y si alguien tiene la posibilidad de serlo durante su intercambio 100% lo recomiendo.

Finalmente, todo en su conjunto hizo que esta transformara en una experiencia inolvidable que me ha marcado personal y profesionalmente, donde conocí muchísima gente de diferentes culturas, aprendí a ser más independiente y a disfrutar cada momento.